La muestra se centra en analizar la influencia que
el sello español ha tenido tanto en la moda como en la cultura a nivel internacional.
En total son unas 50 piezas donde se entremezclan creadores históricos como Balenciaga, Fortuny o Paco Rabanne
con los más contemporáneos, representados por Palomo Spain o Leandro
Cano. Pero no todos son españoles. La influencia de nuestro arte ha
tocado también a diseñadores como Givenchy, Lanvin o Galliano que, en algún momento de su carrera, han mirado para nuestro país en busca de inspiración.
En esta muestra, el color negro tiene un papel fundamental,
ese negro que Felipe II instaló en la Corte española y que acabó
transmitiéndose al resto de cortes europeas. De Balenciaga a Arzuaga,
muchos diseñadores se han visto influenciados por este color en sus
creaciones. También es posible percibir la influencia religiosa,
diversos regionalismos, con gran influencia de lo anadaluz y, por
supuesto, la técnica de los bordados.
El poderío del color negro
La amplia selección de piezas permite expresar el concepto de lo español en la moda,
articulando el discurso expositivo en torno a grandes ejes temáticos.
El traje de corte y, de manera muy especial, el empleo del negro, son
los protagonistas de una de estas áreas temáticas. El negro, color
asociado al poderío de la monarquía de los Habsburgo y, sobre todo, de
Felipe II, se impuso en todas las cortes europeas, retomándose después
por diseñadores clásicos como Balenciaga y Fortuny y, más contemporáneos, como Amaya Arzuaga.
La influencia de la estética religiosa también está presente en la
exposición a través de la sobriedad y rectitud en líneas y volúmenes.
Así se observa en las creaciones de Lemoniez o Devota and Lomba e iconográficamente en la pieza de Leandro Cano, que se convierte prácticamente en una talla religiosa de madera.
Vemos también la tradición típica del bordado en forma de encajes y decoración floral. En este sentido destacan piezas de Pedro Rovira, Victorio y Lucchino o Juan Duyos.
Los regionalismos constituyen una parte importante de la muestra, no
solo a través de piezas populares como el Traje de Vistas de La Alberca
(Salamanca) sino también en creaciones contemporáneas de Delpozo, Miguel Adrover y Manémané.
Resulta imprescindible también destacar el mundo andaluz, estereotipado a
través del uso de faralaes o lunares, como apuntan los diseños de Paco Rabanne, David Delfín o Manuel Pertegaz, o la estética de la tauromaquia, apreciable en las creaciones de Sybilla, Lorenzo Caprile y Juan Vidal. Además, la muestra incluye una pincelada de la influencia de lo español a nivel internacional, a través de piezas de Givenchy, Dries Van Noten o John Galliano y Lanvin, que se han visto seducidos por nuestra cultura y la particular estética que se ha plasmado en sus creaciones.