La corte de Carlos IV Pérez Galdos
Sin oficio ni beneficio, sin parientes ni habientes, vagaba por Madrid un servidor de ustedes, maldiciendo la hora menguada en que dejó su ciudad natal por esta inhospitalaria Corte, cuando acudió a las páginas del Diario para buscar ocupación honrosa. La imprenta fue mano de santo para la desnudez, hambre, soledad y abatimiento del pobre Gabriel, pues a los tres días de haber entregado a la publicidad en letras de molde las altas cualidades con que se creía favorecido por la Naturaleza, le tomó a su servicio una cómica del Teatro del Príncipe, llamada Pepita González. Esto pasaba a fines de 1805; pero lo que voy a contar ocurrió dos años después en 1807, y cuando yo tenía, si mis cuentas son exactas, dieciséis años, lindando ya con los diecisiete.
Gabriel es testigo del
ambiente agitado por la incertidumbre y la
desconfianza, y del enfrentamiento de la sociedad : los que apoyaban a Godoy, los que preferían al Príncipe de Asturias, Fernando VII, traiciones y conspiración del Principe para derrocar a su padre, Carlos IV. Tratado de Fontainebleau 1807: repartición de Portugal entre Francia y España, que permite a Napoleón invadir España.
Aparece Inés, una joven de quince años de la que el protagonista se enamora.
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