Eamonn Doyle

Fotografía de calle: Doyle fotografía la capital irlandesa desde ángulos inesperados, revelando una visión original de la ciudad y sus habitantes. Sus series i, ON, y End., conocidas también como la trilogía de Dublín, con su uso estratégico del recorte y el encuadre, transmiten momentos de quietud y de energía frenética, de soledad y de comunidad. Con esas fotos Doyle contribuye al género clásico de fotografía de calle.
El mundo flotante de Dublín: en la trilogía de Eamonn (i, ON, End.)
nos movemos por una especie de mundo flotante de Dublín. Vemos a los
habitantes de la ciudad maniobrando a través de una serie de obstáculos
en inéditas representaciones solistas de una coreografía colectiva
inconsciente; vemos a la ciudad aplanándose frente a ellos, pero también
convirtiéndose en ellos, o levantándose a su alrededor como escenarios
de perspectiva falsa.
Música: la música está
ligada al tejido de la obra fotográfica de Eamonn, de manera bastante
literal como una cuarta dimensión de la misma, que se refleja en las
actuales colaboraciones con el músico David Donohoe, cuyas composiciones
se han convertido en parte integral de su obra y de su difusión. Música
compuesta por Donohoe complementa la vídeo obra Made In Dublin y las fotos de la serie K.
El viento: en las imágenes de Eamonn, sobre todo en la serie K,
el viento es el agente que activa la figura. Al instigar el movimiento y
el gesto en la ropa, el aire de alguna manera revela y oculta al mismo
tiempo a la persona que la lleva. El viento aporta a la figura una
variación animada de pliegues, ondulaciones, curvas y plisados, y por
tanto actúa como un dador auxiliar de forma, muy a menudo en conflicto
con el empuje primario de la posición o la postura. Es quizás esta
conciencia subyacente de dos agentes enfrentados lo que tanto inquieta.
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