British Cemetery Madrid
Hay enterrados un millar de
cuerpos, ortodoxos, luteranos, protestantes,
católicos, judíos, e incluso un musulmán, procedentes de 43
nacionalidades distintas. Cientos de historias enterradas, pero que un
día fueron dibujadas por espías, masones, aventureros, magnates,
artistas o príncipes.
Corría el año 1796 cuando Lord Bute, ministro
británico en Madrid, decidió comprar algo más de dos acres de tierra en
un terreno campestre cercano a lo que hoy en día es la plaza de Colón.
Su intención era que se instalara el cementerio británico en este lugar,
pero la ocupación francesa de Madrid impidió que el solar se utilizara
para tal propósito. Un siglo después se ubicó allí la embajada británica
y allí permaneció durante otros cien años. El caso es que siempre existió la necesidad de un camposanto en el que
poder enterrar a los británicos fallecidos en la capital. Sobre todo
desde el momento en el que industrias como la del ferrocarril comenzaron
a atraer a España a hombres de negocios de Gran Bretaña.
En la actualidad, la gestión del cementerio depende de un patronato, en
el que está presente la embajada británica, pero que no se encarga de
mantenerlo económicamente. El cementerio no reporta ingresos y hay
familias que se olvidan de mantener sus tumbas, así que el patronato
tiene que hacer lo que buenamente puede. Hay dos fundaciones que ayudan
algo: una depende de una empresa cervecera, The William Allen Young
Charitable Trust, y la otra de una constructora, The Bernard Sunley
Charitable Foundation. Con su ayuda y la de otras contribuciones
privadas, logran cubrir distintas tareas como las restauraciones, la
limpieza o la jardinería. Durante algo más de un siglo y hasta la década
de los noventa, cuatro generaciones de la familia Garrido vivieron en
este cementerio y cuidaron de él. Entre ellos, Rita Garrido, primera actriz del Teatro de la Latina, que celebraba actuaciones en el cementerio, así como su marido el brasileño Ricardo Freire, autor de la canción “Doce Cascabeles” que popularizó Joselito.
Aucun commentaire:
Enregistrer un commentaire