Nuestro
cerebro cuando decidimos, sentimos y pensamos.
Las facultades cognitivas
no se desarrollan homogéneamente. Algunas, como la capacidad de formar
conceptos, son innatas. El cerebro también está predispuesto para el lenguaje. (Chomsky)
El primer acercamiento a
las palabras es rítmico, musical, prosódico. (Inicio aprendizaje)
Los bilingües son menos
propensos a desarrollar demencias seniles.
Jugar es descubrir. (Aspecto
lúdico aprendizaje)
Educar primero por la
acción y luego por el discurso. (Lo contrario de lo que se suele hacer)
La noción de propiedad
precede a la de identidad, mío antes que yo.
El cerebro actual es
prácticamente igual al de sesenta mil años atrás.
Somos lo que decidimos.
(Idea a desarrollar)
A medida que aumenta el
tempo de la música, baja el umbral de decisión y como consecuencia aumenta el
riesgo en casi todas las decisiones. (Comprar, conducir)
Cuando tomamos una decisión que se resuelve
ponderando un pequeño número de elementos, elegimos mejor si nos tomamos tiempo
para pensar. En cambio, cuando el problema es complejo, en general decidimos
mejor al seguir una corazonada que si meditamos largamente y le damos muchas
vueltas – mentales- al asunto.
La corrupción no deja nada intacto. Destroza la
trama de la sociedad. Corromper deriva del latín con (todo) rumpere
(romper).
Ser bueno tiene valor. Es decir, el cerebro
reacciona de manera similar cuando está expuesto a algo placentero – sexo,
chocolate, dinero, etc.- o cuando realiza una acción solidaria.
Tiene que haber una distancia razonable entre lo
que el alumno puede hacer por sí solo y aquello que le exige un mentor.
Vygotsky
Suponer talento en alguien es una manera efectiva
de lograr que lo tenga. Parece una profecía autocumplida. Pero es bastante más
sutil que la mera configuración psicológica de “me lo creo, ergo lo soy”. La
profecía produce una cascada de procesos que catalizan el aspecto más difícil
del aprendizaje, aguantar el tedio del esfuerzo de la práctica deliberada.
Doscendo discimus, enseñando aprendemos. No sólo aprendemos sobre
aquello que estamos enseñando sino que aprendemos a calibrar nuestro propio
conocimiento y el de los otros. Enseñando nos conocemos.