dimanche 24 juillet 2016

Los Pazos de Ulloa E.P.Bazán

Por más que el jinete trataba de sofrenarlo agarrándose con todas sus fuerzas a la única rienda de cordel y susurrando palabritas calmantes y mansas, el peludo rocín seguía empeñándose en bajar la cuesta a un trote cochinero que descuadernaba los intestinos, cuando no a trancas desigualísimos de loco galope. Y era pendiente de veras aquel repecho del camino real de Santiago a Orense, en términos que los viandantes, al pasarlo, sacudían la cabeza murmurando que tenía bastante más declive del no sé cuántos por ciento marcado por la ley, y que si duda al llevar la carretera en semejante dirección, ya sabrían los ingenieros lo que se pescaban, y alguna quinta de personaje político, alguna influencia electoral de grueso calibre debía de andar cerca.
Claro reflejo de la sociedad rural y urbana del siglo XIX. Personajes mezquinos, brutales, ignorantes y crueles a partes iguales. Sólo Nucha y Julián, el eclesiástico, joven inexperto que conserva un compromiso moral se salvan. Nucha muere, Julián sera castigado.


samedi 23 juillet 2016

La buena letra R.Chirbes

A mi abuelo le gustaba asustarme. Cada vez que iba a su casa, se escondía detrás de la puerta con una muñeca, y cuando yo, que sabía el juego, preguntaba:"¿Dónde está el abuelo?", aparecía de repente, me tiraba encima la muñeca, que era tan grande como yo, y se reía mientras  me daba bofetadas con aquellas manos de trapo que me parecían horribles. Le agradaba verme enfadada y que luego buscase refugio en sus rodillas. "Pero sí el abuelo está aquí, ¿Qué
te va a pasar, tontita?", me decía y a mi ya no me daba miedo la muñeca tirada en la silla. "Tócala, si no hace nada", decía, y yo la tocaba. "Es de trapo."
Novela corta que, protagonizada por una mujer represaliada durante la posguerra, se adelantó una década a la ola de ficciones sobre la Guerra Civil. “Una voz de mujer que le devuelve el pasado al hijo que quiere convertir la incómoda casa familiar en un solar”, así ha descrito La buena letra su propio autor, al que le gusta “bromear” diciendo que, en el fondo, era un libro contra el Decreto ley de Ordenación y Medidas Económicas aprobado el 30 de abril de 1985 y bautizado popularmente como ley Boyer. La buena letra (1992). “La buena letra es el disfraz de las mentiras”, dice la narradora, que en centenar y medio de páginas dirigidas a su hijo despliega lo que el crítico Santos Alonso describió como una “dura reflexión sobre las consecuencias de la Guerra Civil en los vencidos y el poder de la cultura sobre los que no han tenido acceso a ella”.

jeudi 21 juillet 2016

La buena reputación I.Martinez de Pisón

El último mes de su vida fue el de las despedidas: Pero, en apariencia, doña Mercedes estaba bien de salud, y ninguna de las personas a las que hizo ir a su casa sospecharía hasta después de su muerte la verdadera razón. Las iba llamando de un día para otro y con excusas más que convincentes. A Daniel, el mayor de sus cinco nietos, le dijo que el motor del Dodge Dart había empezado a hacer ruidos raros y que prefería que fuera él (y no la inútil de Felisa, le faltó decir) quien hablara con el hombre del taller.

Saga familiar en cinco novelas sucesivas dedicadas a Samuel, Mercedes, Miriam y sus dos hijos Daniel y Elías, abarcan desde los años cincuenta hasta los ochenta, brindando un variadísimo retrato moral de la clase media española. Sucede entre Melilla, lugar de origen del abuelo, Málaga, donde tiene negocios y Zaragoza a la que vuelve Mercedes buscando raíces. Más de 600 páginas que se leen sin tedio. Estilo vigoroso y conciso.

samedi 9 juillet 2016

Viva P. Breathnach

El octavo largometraje de Paddy Breathnach narra las desventuras de un peluquero, Jesús (Medina), de espectáculos nocturnos que hace sus pinitos en el escenario como drag queen. Su vida cambiará por completo cuando vuelva a ver a su padre 15 años después de su último encuentro tras la excarcerlación de éste. Completan el reparto Jorge Perugorría, Luis Alberto García, Luis Manuel Álvarez, Maikel Machín Blanco y Laura Alemán. 
Demasiado buenismo.

vendredi 8 juillet 2016

Caravaggio y los pintores del norte

La exposición se centra en la figura de Michelangelo Merisi Caravaggio (1571-1610) y en su influencia en el círculo de pintores del norte de Europa que, fascinados por su obra, difundieron su estilo. En la muestra se exhibe un conjunto de piezas que abarcan el curso de la carrera de Caravaggio, desde el período romano hasta las emotivas pinturas oscuras de sus últimos años, junto a una selección de obras de sus más destacados seguidores en Holanda, Flandes y Francia, como Dirk van Baburen, Hendrick Ter Brugghen, David de Haen y Gerrit van Honthorst, Nicolas Regnier y Louis Finson o Simon Vouet, Claude Vignon, Nicolas Tournier y Valentin de Boulogne. 

"Asustarse de la fealdad le parecía una flaqueza depreciable. Lo que él deseaba era la verdad. La verdad tal y como él la veía. No sentía ningún respeto por la belleza ideal. Quería romper con los convencionalismos y pensar por sí mismo respecto al arte. Algunos consideran que lo que principalemente se proponía era horrorizar al público, que no sintió ningún respeto por ninguna clase de tradición o de belleza. Fue uno d elos primeros pintores a los que se dirigieron acusaciones semejantes y el primero cuya actitud fue resumida por los críticos en una palabra se le acusó de naturalista.
El naturalismo, esto es su próposito de copiar fielmente la naturaleza, nos parezca bella o fea. Hizo todo lo posible, para que los personajes de los textos antiguos parecieran reales y tangibles. Incluso su modo de manejar la luz y la sombra colaboró en este fín: la luz, en sus cuadros, no hace parecer más suaves y graciosos los cuerpos, sino que es dura y casi cegadora en su contraste con las sombras profundas." E.H.Gombrich La historía del arte