El caso Collini F. von Schirach
Después todos se acordarían: el camarero del servicio de habitaciones, las dos ancianas del ascensor, el matrimonio del pasillo de la cuarta planta. Dijeron que el hombre era enorme, y todos mencionaron el olor a sudor. Collini subió a la cuarta planta. Fue mirando los números, habitación 400, suite Brandenburgo. Llamó a la puerta. -¿Sí? El hombre que apareció en el marco d ela puerta tenia ochenta y cinco años, pero parecía mucho más joven de lo que esperaba Collini, a quien le corría el sudor por la nuca. -Buenos días. Soy Collini, del Corriere della Sera. Lo dijo de manera casi ininteligible, preguntándose si el hombre le pediría que le enseñara una acreditación. - Ya, encantado. Pase, por favor. Será mejor que hagamos aquí la entrevista. El hombre le tendió la mano y Collini reculó: no quería tocarlo. Todavía no.
Todo comienza con un salvaje asesinato y una llamada solicitando abogado de oficio que contesta Caspar Leinen, joven abogado inexperto con mucho entusiasmo. ¿Cuáles fueron
los motivos que llevaron al acusado a cometer el atroz crimen? El asesino reconoce su crimen y se niega a dar explicaciones. Para más
dificultad la víctima resulta ser un hombre al
que Leinen conoció y apreció en su infancia y que era abuelo de un antiguo
amor. No está basada en ningún caso real, pero revela problemas reales
de la justicia alemana. Detrás de su aparente sencillez y brevedad se
esconde una historia densa y apasionante. Muy recomendable.
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