As bestas R.Sorogoyen
Antoine y Olga son una pareja francesa que se instaló hace tiempo en una aldea del interior de Galicia. Allí llevan una vida tranquila, aunque su convivencia con los lugareños no es tan idílica como desearían. Un conflicto con sus vecinos, los hermanos Anta, hará que la tensión crezca en la aldea hasta alcanzar un punto de no retorno.
Desde la muy estética escena con la
que arranca la película en la que se reproduce a cámara lenta la
tradicional fiesta gallega de A rapa das bestas –un inteligente spoiler
de los que se nos viene encima– la película va planteando el conflicto
con un incremento de la tensión; desde las conversaciones en el bar o
la broma maliciosa en la carretera hasta las amenazas directas, en el
que se van apuntando diferentes temas como el odio al extranjero, la
propiedad de la tierra, la xenofobia y, sobre todo, la violencia
masculina como herramienta para zanjar los problemas. La determinación de Antoine (Denis
Ménochet), en la que arrastra a su mujer, Olga (Marina Foïs), frente a
los partidarios de pactar con la multinacional energética va más allá de
la derivada económica para enraizarse en una consideración emocional en
la que unos hombres enfrentados defienden su supervivencia, su modo de
vida, apelando a los instintos más primitivos. As bestas es un retrato ambientado en la España vaciada, que debido a
su origen en hechos reales toma forma en la Galicia rural –aunque parte
de la película está rodada en el Bierzo– pero que podría estar
ambientado en cualquier otro lugar porque, partiendo de su inicial
consideración localista, las conclusiones terminan siendo universales;
acrecentadas por esa querencia hacia el western –enfrentamiento plasmado
como duelo, el uso de la violencia más allá de la ley, la importancia
del paisaje, la autoridad moral que da la pertenencia a un territorio–
que favorecen la sensación de encontrarnos ante una obra que no tiene
fronteras. Rodada en gallego, francés y español.


Aucun commentaire:
Enregistrer un commentaire