le Breton, le Breton...¿no fue él quien dijo que una historia bien ordenada debería comenzar por el nacimiento del protagonista? En mi caso, olvidadlo. No solo porque no está claro que yo sea el protagonista de esta historia, sino también por evitar sobresaltos a una o dos personas que temen la parte del cuaderno de bitácora que he escrito despues de cargar con zumo de limón mi pluma Omas, que me regalaron en la Confirmación. Si necesitáis un protagonista , bueno, digamos que es lo el tiempo, entendido como weather, of course. Ante todo porque soy un "meteorópata" terminal. Pero también porque, en definitiva, la historia comienza con una ráfaga de siroco, que es a la vez la parte dramática y la parte cómica del tiempo atmosférico. ¿O es que Dios, al insuflar la vida en el Adán de barro, no la sopló desde el sureste? Así que el siroco nació antes que Adán. El Génesis no lo menciona: era demasiado evidente.
La historia inicia cuando Lorenzo La Marca, un bioquímico de un
Instituto de Investigación de Palermo, que una tarde, desde la ventana
de su despacho un cuerpo colgado de las ramas de un árbol milenario.
El muerto es Raffaele Montalbani, un amigo, ex-compañero de trabajo e
hijo además, del fundador del Instituto de Investigación. De inmediato
le surgen a La Marca dudas sobre un posible suicidio, aunque todo
apuntara a ello, por lo que junto a Michelle, la forense, y al comisario
Spotorno, ambos amigos personales de La Marca, emprenden una
investigación para desvelar el motivo de la muerte.
Obviamente es una trama clásica de la novela negra,con escenario en Palermo, con cientos de citas sobre blues y jazz, cine clásico italiano y
americano, literatura y
una historia de amor. PAS TERRIBLE.
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