La Red Púrpura C. Mola
La pantalla muestra un espacio casi vacío, desangelado. Solo hay una silla de madera, en el centro de la estancia y un monitor grande en una pared tosca, de ladrilllo. No hay ningún indicio de lo que va a ocurrir allí, pero, poco a poco, más y más ordenadores se irán concetando. Dentro de unos minutos serán casi cien; sus propietarios no se conocen entre ellos, aunque disfrutarán del mismo espectáculo. La mayoría está en España, pero también los hay en portual, en México, en Brasil... Muchos son hombres de entre treinta y cinco y cincuenta años; aunque hay alguna mijer, varios jubilados, hasta un menor de edad...Todos han pagado los seis mil euros que les han exigido, en bitcoins y de forma segura, sin dejar huella.
Seguimos con los temas más crudos y repulsivos que investiga Elena y su equipo oculta un
enrevesado entramado que lleva nuevamente a acciones (y descripciones)
de gran crueldad y violencia. Además Elena esconde motivos personales en
la investigación, que la atormentan y obsesionan en su día a día,
afectando incluso a las relaciones con sus compañeros.Me ha enganchado menos, las situaciones sorprenden menos.
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