Un día en el atardecer del mundo W. Saroyan
Una mañana a finales de septiembre del año 1955 un hombre bajó de un taxi frente a un hotel en Nueva York, pagó al conductor y deposité tres bultos en la acera.
Un botones salió del hotel, miró al hombre y dijo:
-¿Yep Muscat?
- ¿Qué tal?- dijo el hombre-. Me temo que he olvidado tu nombre.
- Bert.
- Claro. ¿Crees que puedo conseguir una habitación?
- Hay algunas libres.
- Me gustaría una alta, con vistas a la calle Cincuenta y seis.
- El que está en recepción es Val. Le dará lo mejor que tenga.
-¿Val?
- Valencia, el amigo de Carlo. Ahora es subgerente.
-¿Y qué fue de Carlo?
- Hace tiempo que lo dejó. Este lugar ya no es el mismo. Entre, yo le traigo las maletas.
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