El Cáucaso entre leyendas y Kalashnikov M. Morte
Recorrido por las tres repúblicas independientes de Georgia,
Armenia y Azerbaiyán. A través de ciudades devastadas por las guerras,
pueblos de montaña olvidados, historias de gentes anónimas, y
reflexiones políticas va descubriéndose lentamente el alma
inquebrantable del Cáucaso, todo ello entremezclado con situaciones
hilarantes: desde absurdas conversaciones con personas que hablan con
extraterrestres a interrogatorios de la ex KGB, pasando por visitas a
huéspedes de hoteles abandonados, o encuentros con chechenos borrachos
que rompen el silencio de la noche con sus Kaláshnikov.
Me limité a los capítulos dedicados a Armenia, cap.8, 9,10 y 11.
Los armenios se llaman a sí mismos Hay, y a su país Hayk o Hayastán. El origen de este nombre reside en la leyenda que explica la creación de Armenia. Hayk era un arquero gigante que vivía en Babilonia, donde gobernaba el tiránico gigante asirio, Bel. Hayk decidió enfrentarse al despóta. Los dos guerreros lucharon valerosamente pero la batalla quedó en tablas y Bel huyó. Hay abandonó a su vez Babilonia con su familia y se encaminó hacia el norte donde volvió a encontrar a Bel, al que finalmente mató en una decisiva batalla. Después de una larga vida Hayk murió dejando su nombre en herencia a sus descendientes y al país que había creado. Su hijo Aramanyak, se dirigió más hacia el norte, al Valle del Ararat, desde donde los descendientes de Hayk se extendieron por toda la meseta, renombrando las provincias, montañas y lagos, pero siempre con la mirada puesta en la majestuosa montaña que fue el crisol de su patria, el Ararat.
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