mercredi 21 novembre 2018

Dorothea Tanning

Detrás de la puerta, invisible, otra puerta.
Primera gran retrospectiva de la surrealista americana Dorothea Tanning (1910-2012) incluye más de 150 obras realizadas por la artista entre 1931 y 1997.
La puerta no es simplemente un umbral en el arte de Tanning, sino una invitación a aventurarse más allá de lo real y a entrar en un mundo de sueños y miedos.Dividida en ocho secciones temáticas, la exposición se abre con un delicado autorretrato a lápiz de 1936 y termina con un autorretrato tardío, Woman Artist, Nude, Standing (1986). 
Su autorretrato Birthday –Cumpleaños- (1942) marcó una clara dirección surrealista. Fue Max Ernst quien tituló la pintura cuando la vio en el estudio de Tanning y la eligió para la histórica exposición de Peggy Guggenheim 31 Women de 1943 en la Art of the Century Gallery de Nueva York. Birthday supuso un doble hito en su vida al iniciar una relación sentimental con Ernst y al convertirse en una artista surrealista.
La artista escribió y publicó numerosos cuentos, novelas y poemas, desarrollando ideas en diversas revistas La escritura no sólo le sirvió como otra forma de autorretrato, sino también como un medio más para explorar mundos reales y alucinatorios.


El motivo central de la tercera sección es la femme-enfant, o niña-mujer, en las pinturas y escritos de Tanning. Comparable a Alicia en el país de las maravillas, esta niña vive en un “mundo de asombro perpetuo”. La niña preadolescente de Tanning, a punto de alcanzar la conciencia de la sexualidad, aportó una nueva dimensión al surrealismo. Es el potencial erótico de la chica lo que causa estragos en los interiores domésticos y las expectativas de la burguesía.
Esto se ejemplifica en Eine Kleine Nachtmusik (1943) donde chicas con el pelo electrificado y vestidos victorianos rotos son conducidas a una puerta medio abierta. Al igual que el girasol retorcido, las niñas simbolizan la fuerza de la naturaleza, desafiando la fertilidad.

A mediados de los años 60, Tanning recurre a su máquina de coser para hacer “esculturas blandas”. Las formas eróticas son retorcidas en By What Love -De qué amor- (1969), Xmas –Navidad- (1969) y Étreinte (1969), mientras que en Emma (1970), la carne rosada y la falda de encaje despeinada hacen referencia a la célebre protagonista femenina en Madame Bovary (1856) de Gustave Flaubert, una mujer que escapa del aburrimiento de la vida matrimonial a través de la literatura y las aventuras clandestinas.
Presagiando las esculturas blandas de Louise Bourgeois y apostando por lo artesanal más que por el objeto industrial, Tanning adelantó el objeto surrealista para que adquiriera nuevas cualidades al sentido del tacto y cierta condición fetichista. El énfasis en la blandura también desafió entonces la moda del minimalismo de vanguardia en el mundo del arte y el anonimato del floreciente consumismo de masas en la sociedad occidental.

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