Luces de Bohemia Valle Inclán

"La belleza de Luces de bohemia es la lucha por la dignidad,
por edificar una obra a partir del desastre, de la descomposición, de la
hipocresía, de la miseria, de lo precario. Luces es una
creación que se levanta digna y entera, que no se rinde ni se resigna,
que no se duerme. Es una obra que da testimonio, que acepta los límites y
los usa para transcenderlos. No adula. Ni castiga. Es empática y es
sarcástica. Es humor violento y tierno. La acción de Luces es
el intento agónico de salvar la dignidad de sus personajes. De dar forma
a un desastre informe, de ordenar con la risa un caos pedante y
autoritario, miserable de dineros, de valores y de visiones. Luces
nos ayuda a ver la forma que tienen los pesos que nos siguen hundiendo.
Apunta hacia la vergüenza y la transforma en un logro literario,
artístico, teatral. A la realidad de Luces nos gustaría ponerle encima la tela del olvido, pero Valle la levanta para convertirla en telón: Que comience el espectáculo".
Max Estrella, en la última noche de su vida, recorre un Madrid en el
que confluyen los grandes conflictos de la España de la época,
encarnados en los personajes con los que se va cruzando: obreros
revolucionarios, políticos corruptos, periodistas serviles, bohemios
borrachos, poetas modernistas. Todos ellos deformados por la mirada
valleinclanesca, el espejo cóncavo, el esperpento que deja al
descubierto la miseria.
En escena deambulan dos grandes espejos, como si fueran simples muros de fachadas inexistentes.Faltan sin embargo los espejos cóncavos del callejón del Gato. Lo mejor el elenco, Chema Adeva y Juan Codino, pero también Paula Iwasaki (la fulana Pisabien) y Jesús Noguero (borracho de «cráneo previlegiado» el sereno tullido de Jorge Kent.
En escena deambulan dos grandes espejos, como si fueran simples muros de fachadas inexistentes.Faltan sin embargo los espejos cóncavos del callejón del Gato. Lo mejor el elenco, Chema Adeva y Juan Codino, pero también Paula Iwasaki (la fulana Pisabien) y Jesús Noguero (borracho de «cráneo previlegiado» el sereno tullido de Jorge Kent.