vendredi 28 novembre 2014

Pan, educación, libertad. Márkaris P.



Lo sostiene en la mano izquierda mientras la palma de la mano derecha, se desliza suavemente sobre él, como si quisiera alisar un papel arrugado. La mano le tiembla al tocarlo.
-          ¿Podéis creéroslo? Llegue a echarlo de menos – murmura.
Lo que tiene en la mano es un billete de mil dracmas, idéntico a los que teníamos antes, con el Discóbolo de Mirón impreso en una cara.
-          Mamá… Con este billete de mil, mañana no podrás pagar ni un café – le dice Katerina.
“Mañana” es el 1 de enero de 2014. Hoy es el último día de 2013 y estamos a punto de cortar el pastel de Nochevieja en compañía de Fanis, Katerina y nuestros consuegros, Sevastí y Pródromos.
-          Piensa que es mucho más apetecible cobrar mil dracmas que tres euros por un café- le contesta Adrianí.
-          Sí, pero ahora un euro equivale a quinientos dracmas.
-          No le amargues la noche-le susurra Fanis.
-          Es que mañana le amargarán el día- replica Katerina a Fanis.
-          Dejalo para mañana, entonces- le contesta Fanis en tono cortante.
-          Katerina, nosotros ya hemos vivido todo esto y estamos inmunizados- interviene mi consuegra, Sevastí- ¿Sabes cuantos miles de dracmas tenía que pagar mi madre por una oká de arroz cuando terminó la guerra civil?      Con fondo de crisis y crítica a los que participaron en los Hechos de la Politecnica en 1973  para traicionar a continuación esos ideales y servirse de su aureola de heroes para enriquecerse de manera fraudulenta. La venganza de los que vinieron despues.





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