A quoi sert de voyager si tu t'emmènes avec toi ? C'est d’âme qu'il faut changer, non de climat."
(Sénèque)
Journal de lecture, de coups de coeur et de coups de gueule.
"Fassbinder convirtió El café de Goldoni en un cóctel molotov", ha explicado José Luis Gómez, director del Teatro de la Abadía. A su lado estaba Dan Jemmet, el director británico que propone esta versión. En ella, el materialismo cobra ya una dimensión omnipresente y casi exclusiva en casi todos los personajes. En la obra de Goldoni, el café era un reducto de moralidad frente al exterior. En Fassbinder, esa isla se reducía a un individuo: el criado. Aquí ya todos están corrompidos, han vendido sus almas hace tiempo a un diablo con el signo del dólar (o del euro, qué más da) en la frente. Y el café ha mutado en casino, con sus hileras de máquinas tragaperras engullendo monedas y más monedas. No me gustó, se hace larga y repetitiva.
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