samedi 31 janvier 2009

Los hombres que no amaban a las mujeres Stieg Larsson

La bolsa ...Ahí no hay economía que valga, ni producción de mercancías, ni de servicios. Simples fantasías; de una hora a otra se decide si esta empresa o la de más allá vale no sé cuántos miles de millones más o menos. No tiene absolutamente nada que ver con la realidad ni con la economía sueca...Que la bolsa esté cayendo sólo significa que un montón de especuladores están trasladando sus carteras bursátiles de las empresas suecas a las alemanas. Verdaderas ratas financieras a las que un reportero algo más valiente debería poner en evidencia e identificar como los traidores del país. Son ellos los que sistemática y, tal vez, incluso conscientemente dañan la economía sueca para satisfacer los ánimos de lucro de sus clientes.

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