samedi 18 janvier 2025

Un voluntario realista B.Pérez Galdós

Un voluntario realista es el octavo volumen de la segunda serie de los Episodios Nacionales. 

La ciudad de Solsona, que ya no es obispado ni plaza fuerte ni cosa que tal valga, y hasta se ha olvidado de su escudo, consistente en cruz de oro, castillo y cardo de los mismos esmaltes sobre campos de gules, gozaba allá por los turbulentos principios de nuestro siglo la preeminencia de ser una de las más feas y tristes poblaciones de la cristiandad, a pesar de sus formidables muros, de sus nueve esbeltos torreones, de su castillo romano, indicador de gloriosísimo abolengo, y a pesar también de su catedral a que daban lustre cuatro dignidades, dos canonjías, doce raciones y veinticuatro beneficios. la que Ptolomeo llamó Setelcis, se ensoberbecía con la fábrica suntuosa de cuatro conventos que eran regocijo de las almas pías y un motivo de constante edificación para el vecindario. Éste se elevaba a la babilónica cifra de  2.056 habitantes.

Todo sucede en Cataluña, y en la Cataluña rural alrededor de Solsona, el autor se adentra en el retrato de un convento de monjas, el convento de San Salomó de las dominicas de Solsona, todas de origen noble —«pues no podía convenir al decoro del reino de Dios que mancomunadamente con las hijas de marqueses y condes vivieran mujeres de baja estofa»—, con pinceladas poco edificantes sobre las enclaustradas y su régimen de vida. Los dos personajes principales son nuevos, hacen su primera (y única) aparición en esta novela.  Pepet Armengol —alias Tilín—, al que vemos pasar de niño sumiso a sacristán entregado y a voluntario realista feroz y sanguinario. Sor Teodora de Aransis y Peñafort, hermosa doncella que ha tomado el velo de monja dominica, algo fanática en materia de guerra y de defensa de la religión. Los protagonistas hasta ahora habituales no aparecen, y solo uno, Salvador Monsalud, figura disfrazado y con otro nombre. Sí aparece, tangencialmente y sin disfraz, su medio hermano y encarnizado enemigo, Carlos Navarro —alias ‘Garrote’—. Galdós trata de novelar un extraño episodio revolucionario: la guerra de los Agraviados​. Estuvo centrada en Cataluña, en 1827, y fue corta, pues duró medio año, pero resultó relevante para entender el carlismo posterior y la subsiguientes guerras civiles entre españoles que suscita.

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