jeudi 25 août 2022

Un lugar llamado Antaño O. Tokarczuk

Antaño es un lugar situado en el centro del universo. Para cruzar Antaño de norte a sur, a paso ligero, sería una hora. Lo mismo, de este a oeste. Y, si alguien quisiera rodear Antaño, a paso lento, observándolo todo con detenimiento y atención, tardará un día entero, desde la mañana hasta la noche. Por la frontera norte de Antaño discurre un camino que va de Taszów a Kielce, transitado y peligroso, porque provoca ansia de viajes. Esta frontera la protege el arcángel san Rafael. La frontera sur la marca el pueblo de Jeszkotle, con su iglesia, su asilo de ancianos y sus casas bajas que circundan una plaza llena de barro. Este pueblo es amenazador, porque engendra el deseo de poseer y de ser poseido. Por este lado, Antaño esta protegido por el arcángel san gabriel. De norte a sur, Antaño se encuentra a ambos lados del Gran Camino, que conduce de la carretera de Kielce a Jeszkotle.

La acción se desarrolla en el ámbito de una comunidad rural, apegada a la tierra, a los ritos ancestrales, inalcanzables para la lógica, enraizados en un pasado legendario, que han perdido su origen pero que se mantienen en nombre de una incuestionable tradición. Tal comunidad constituye un microcosmos cerrado, mítico y arquetípico, compuesto por relatos que son como celdillas de un panal, independientes pero en contacto, de carácter primordial para poder reflejar la búsqueda de satisfacción de las necesidades primarias pero imprescindibles y lo suficientemente ingenuos como para ser comprendidos por las almas sencillas El inicio del relato se sitúa en 1914, en el comienzo de la IGM, un conflicto que afecta poco, al menos de manera directa, a Antaño, que va cumpliendo los ciclos de la vida —los días, las estaciones, las cosechas, las gestaciones— con un ritmo inalterable, a tenor de sus propios acontecimientos, e insensible al paso del tiempo, con cuyos desórdenes se ven obligados a cargar sus habitantes. Unos habitantes que comparten protagonismo con los objetos y los animales, sometidos sin distinción al vaivén temporal que imprime Antaño entre lo efímero y lo permanente, sin que llegue a afectarles la confusión que parece adueñarse del mundo exterior.

Aucun commentaire: