La hora de los hipócritas P. Márkaris
No puedo apartar la mirada de aquellos pasos. Un poco más allá, Maña y Uli están conversando en voz baja. Con mucho gusto me acercaría a ellos para ahogar mi desazón en la cháchara, pero mis piernas están paralizadas y no me atrevo siquiera a intentar levantarme de la silla. La única parte de mi cuerpo que se mueve es la mirada, que sigue observando encadilada los pasos de ella. Zisis, que había venido con nosotros ha desaparecido.
El libro fluctúa constantemente entre el deseo del abuelo Jaritos por estar junto a su nieto recién nacido y la necesidad de resolver una serie de asesinatos de personas de relevancia comprobada, honradas de cara a la sociedad e incluso filantrópicas alguna de ellas. En principio nadie se explica quien podría querer acabar con ellas ni los motivos que llevarían a tales individuos a realizar tan drásticas ejecuciones. A partir de ahí Jaritos y sus hombres empiezan a remover la mierda, sacando verdades ocultas y mostrando la realidad de Grecia en toda su descarnada desnudez. Márkaris, escritor comprometido con la situación de su país, sacando los trapos sucios a la luz desde la cotidianidad más simple y exhibiendo a toda la clase dirigente, políticos, empresarios y toda la claqué adyacente, como los robaperas aprovechados que son. Policiaco no está reñido con los social. Un grupo autodenominado 'Ejército Nacional de Idiotas' reivindica el atentado, pero se niega a dar los motivos.
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