mardi 19 janvier 2021

Zaragoza Pérez Galdos

 Me parece que fue al anochecer del 18 cuando avistamos a Zaragoza. Entrando por la puerta de Sancho, oímos que daba las diez el reloj de la Torre Nueva. Nuestro estado era excesivamente lastimoso en lo tocante a vestido y alimento, porque las largas jornadas que habíamos hecho desde Lerma por Salas de los Infantes, Cervera, Agreda, Tarazona y Borja, escalando montes, vadeando ríos, franqueando atajos y vericuetos hasta llegar al camino real de Gallur y Alagón, nos dejaron molidos, extenuados y enfermos de fatiga. Con todo, la laegría de vernos libres endulzaba todas nuestras penas.

El joven Gabriel de Araceli, prisionero de los franceses, logra escapar y se dirige a Zaragoza para incorporarse al ejército que se está organizando para defender la ciudad en el segundo y más terrible de los dos asedios a los que tuvo que hacer frente la capital aragonesa durante la Guerra de la Independencia Española.

En medio de este contexto bélico, se desarrolla la historia ficticia, en este caso protagonizada por Agustín Montoria, joven soldado que se hace muy amigo de Gabriel. Agustín, a pesar de tener el sacerdocio como destino, está completamente enamorado de Mariquilla, la hija de Candiola, un hombre que es detestado por toda la ciudad debido a su fama de avaro y también por no querer colaborar económicamente para ayudar a los ejércitos españoles, por lo que se le llega a acusar incluso de traidor.

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