Universidad para asesinos

- Tasía, hija, te espera un camino muy largo-

-¿Cuesta arriba?

Kaliopi estudia la taza minuciosamente. 

- No, no veo ninguna cuesta. Sólo un camino largo y un poco difícil de transitar, aunque al final veo una luz. Como un sol al amanecer.

- Esto parece más apropiado para tu hijo que para ti- le dice Arguiró a Tasía con una sonrisa.

- Mi hijo- le cuenta Tasía a Adrianí- ha enviado el curriculum a tres universidades distintas para dar clases de biología. - Se santigua antes de proseguir-: Ojalá tenga suerte. Encenderé un cirio a la Virgen de los Tinos.

Esta conversación sobre el futuro de Tasía y de su hijo esta teniendo lugar en una pensión de Pápingos. 

Escrita en primera persona, Márkaris se centra en las consecuencias de la crisis en el mundo universitario donde los profesores hacen uso de puertas giratorias para entrar en política y abandonan a sus alumnos cuando más les necesitan. No falta la ironía, sigue presente la desilusión y las dificultades que la crisis ha traído a Grecia. Hay una referencia a la jubilación a los 50 a las mujeres, 55 los hombres que hace sonreír o llorar. Los asesinatos de profesores eméritos se suceden y el desenlace es puro surrealismo.