Offshore P.Márkaris
-En el sepulcro te tendieron, Cristo...
La procesión de Semana Santa se detiene a la altura de la calle Vulís, poco antes del cruce con Otón. Al triunvirato de sacerdotes que la encabeza lo siguen cuatro feligreses que sostienen el Epitafion. En dos de las aceras de la plaza Sintagma, del lado del monumento al Soldado Desconocido y del de enfrente, los fieles han formado un auténtico muro. La multitud lleva cirios encendidos y sigue con devoción el recorrido del Epitafion mientras algunos canturrean los encomios.
En la parte inferior de la plaza y en la calle Fidelinon hay un pandemonio ensordecedor de cláxones.
- ¿Esta gente está en sus cabales?- se indigna Adrianí-. Hoy no es un día de fiesta, es un día de luto. ¿A qué demonios viene tanto alboroto con el claxon?
- Los pitidos son como la ropa unisex- le contesto. Valen para todos y en todas las ocasiones.
Tres asesinatos. Culpables que casi obligan a ser detenidos y una
pregunta que revolotea en el ambiente ¿de dónde sale el dinero que
aflora en Grecia? Coches, restaurantes llenos, nuevos barcos, promesas
de subir sueldos y optimismo renovado. Sorprende la falta de sorpresa en la resolución del caso, dejando la intriga exenta de interés y la falta de profundidad en el origen del dinero negro.
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