Matisse Grabador
La muestra cuenta con una selección de obras procedentes de The Pierre and Tana Matisse Foundation
para explicar la extraordinaria dimensión que el grabado tiene en todas
las artes desarrolladas por el artista francés. Matisse colocó esta
técnica al mismo nivel que el dibujo y la consideraba un instrumento más
para trabajar su trazo.
A lo largo de su vida trabajó diferentes técnicas: punta seca,
aguafuerte, monotipo, xilografía, litografía, linograbados, aguatinta,
etc. En todas ellas es posible constatar relaciones e influencias con el
dibujo, la pintura o la escultura de Matisse, uno de los artistas más
apreciados por su maestría en el uso del color y precursor del fauvismo.
A partir de la diversidad y de su voluntad experimentadora, Matisse
hizo del grabado una de sus plataformas predilectas para hallar nuevos
horizontes. Desde el juego de equilibrios con el color a la sublimación
del negro o la búsqueda de la pureza y la tranquilidad en los trazos
rápidos y seguros con los que creaba retratos y figuras humanas.
Divide en secciones ordenadas cronológicamente. En total, Matisse produjo 829 grabados desde 1900 hasta su muerte en 1954.
De esta cantidad, se han recogido para la exposición 63 que representan
su evolución en el dibujo y su capacidad para aprovechar cada reto para
convertirlo en arte.
1. Primera parada: autorretrato a punta seca.
2. De la madera al gran desnudo.
3. Linealidad y más tinta para los años 20.
4. Negativos y aguatintas.
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