Ruta comercios antiguos en Madrid
Empezamos con la droguería Manuel Riesgo, en la calle Desengaño 2. Este establecimiento fundado en 1866, que inició su andadura como
herboristería, fue en su época el más importante de Europa, el cual por
su extraordinario valor y calidad, tenía concesiones para el cultivo de
plantas en la Casa de campo y en el Jardín Botánico, ambos del Real
Patrimonio de Madrid, exportando sus productos a muy diversos países.
Seguimos con la Antigua Pastelería El Pozo en la calle El Pozo 8.
Es la más antigua de
España y ya son tres las generaciones de sucesores de Julián Leal que
siguen este hermoso proyecto cargados de ilusión. Elaboran sus
productos de forma totalmente artesanal.
El tercer comercio es proveedor de la Casa Real. Se trata de Casa Seseña, en Calle de la Cruz 23.
Fundada en 1901conserva la capa clásica, pero adaptada a los nuevos
tiempos. El hecho a medida es la clave del éxito.
Siguiendo por el barrio nos acercamos a la librería Nicolas Moya, en la calle Carretas 29, la más antigua de Madrid. Desde 1862, especializada en libros científicos, ha colgado en sus vidrieras los carteles
de “liquidación por cese de actividad” ante la imposibilidad de mantener
el negocio por culpa de la crisis y las ventas on line. Lástima!
La Posada del Peine es el hotel más antiguo de Madrid, ubicado en la calle Postas. La inauguración de la Posada del Peine se fecha en torno a 1610, es
decir, cuando Madrid ya había vuelto a ser la sede de la Corte -después
del breve paréntesis vallisoletano- y el ir y venir de gente se había
disparado con el atractivo de poder hacer un buen negocio en una ciudad
que cada vez ofrecía más oportunidades de todo tipo. La fundó Juan Posada para el descanso
de viajeros y gente de paso por la ciudad, además de elegir una buena ubicación, decidió darle a su establecimiento un punto de distinción, y lo vio claro: ¡un peine en cada habitación
para uso de los clientes! El peine en cuestión colgaba del lavamanos
para que nadie se lo pudiera llevar y sólo se hiciese uso de él mientras
se estaba en la posada.
De sombreros por duplicado, Casa Yustas en la Plaza Mayor 30. Fundada en 1886, esta elegante sombrerería con taller vende también efectos militares y regalos exclusivos.
Sombreros Medrano, en la calle Imperial 12 empresa fundada en Madrid en el año 1832 por Don Bernardino Abial y
Roda. Dedicada a la producción y venta de sombreros, se ha mantenido
abierta durante los últimos ciento ochenta años en su actual sede,
convirtiéndonos en la sombrerería en activo más antigua de la capital y
de España.
Siguiendo por la calle Mayor, en el número 68, nos encontramos con la Farmacia de la Reina Madre, el comercio más antiguo de Madrid. Creada en 1578 por un alquimista veneciano, abasteció a la Casa Real durante décadas. Felipe V concedió el escudo oficial y el nombre de reina Madre en alusión a una de sus dos esposas.
El Botijo, en la calle Toledo 35, abierta desde 1754, es una droguería perfumería citada profusamente por Benito Pérez Galdós en Fortunata y Jacinta o en los Episodios Nacionales. Incluso Machado habla del local en un artículo de principios de siglo sobre las tiendas célebres de la ciudad.
Todavia quedan cocinas de carbón? Algunas, Carbones Lorences, en la calle de la Sierpe 5, reparte carbón y leña desde 1900 “Antes repartíamos con el carro hasta la Puerta de Toledo, como muy
lejos. Ahora, quitando los restaurantes de la Cava Baja, hay que coger
la furgoneta e ir por todo Madrid”, explica el encargado que subsiste gracias a las parrillas de los
asadores y a su fuego de carbón de encina.
Y acabamos este recorrido en la Botería de Julio Rodríguez, en la calle del Águila numero 12. La Botería es una especie endémica. El único
artesano de botas de vino que queda en Madrid. El taller donde trabaja
se fundó hace siglo y medio. Con Julio se ha alcanzado la tercera
generación de boteros en la familia.Verás odres
expuestos en las paredes, botas de vino colgando del techo,es
un hombre muy cercano. Está acostumbrado a entrevistas de radio, de
prensa, de televisión. Si te acercas, seguro que tendrá cinco minutos
para hablar contigo. Esta mañana le pillamos vertiendo la pez líquida (mezcla de aceite y resina negra) en la bota y nos dio sabios consejos como que no se debe enjuagar la bota con agua, sino con vino.
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