Los envíos empiezan a llegar a Bilbao en 1940, en buques mercantes con
pabellón de Estados Unidos de América. Algunos tienen un nombre exótico, de
aire anglosajón, como Leigh o Cold-Haiburg.
Otras veces, la palabra pintada en su casco, Artiga, o Capulín,
parece de origen sudamericano, más
sospechoso por lo familiar, pero este detalle no tiene importancia. La carga
que nos interesa nunca pasa por la aduana.
La historia de Manolita, la señorita Conmigo no Contéis,
se sitúa en los años previos y posteriores a la guerra “incivil” española.
Mezclando ficción y realidad en más de 700 páginas nos vemos inmersos en una
época de miseria, miedo, violencia, venganza, en la que mujeres valientes
apoyan a maridos, padres, hijos, hermanos encarcelados, humillados, torturados
y asesinados por haber apoyado el gobierno republicano perdedor. Necesaria
rehabilitación de nuestra historia reciente, recordar y hacer recordar
acontecimientos vergonzosos que la transición intentó borrar de nuestras
memorias. Hermosa historia, valientes anónimos.