mercredi 10 septembre 2025

Un faccioso más y algunos frailes menos B.Pérez Galdós

El 16 de octubre de aquel año( y los lectores del libro precedente saben muy bien qué año era) fue un día que la historia no puede clasificar entre los desgraciados  ni tampoco entre los felices, por haber ocurrido en él, juntamente con sucesos prósperos de esos que traen regocijo y bienestar a las naciones, otros muy lamentables  que de seguro habrían afligido a todo el género humano si éste hubiera tenido noticia de ellos.  No sabemos, pues, si batir palmas y cantar victoria  o llorar a lágrima viva, porque si bien es cierto que en aquel día terminó para siempre el aborrecido poder de Calomarde, también lo es que nuestro buen amigo  don Benigno padeció un accidente que puso en gran peligro su preciosa existencia.

Décima y última entrega de la Segunda Serie de los Episodios nacionales, el título alude, por una parte, a Carlos María Isidro, a quien se calificaba de «faccioso» por sus conspiraciones para conseguir el trono de España que su hermano moribundo, Fernando VII, dejaba por pragmática sanción a su hija, la princesa Isabel; por otra, se hace referencia a la matanza de jesuitas del verano de 1834, a los que de forma absurda se imputaba la responsabilidad de la epidemia de cólera que asolaba Madrid. Iniciando su acción en La Granja de San Ildefonso a finales de 1832, tras la destitución del ministro Calomarde, la novela transcurre en el último año de reinado de Fernando VII, el comienzo de la guerra carlista y los primeros pasos de la regencia de María Cristina de Borbón-Dos Sicilias. También se describen los últimos días y la muerte de aquel «aciago monarca», que fue el Deseado para unos y el rey Felón para otros, dándole consistencia trágica a la «España escindida», cimentando las “dos Españas”, y dejando como legado una guerra civil.

El drama histórico se entreteje con el desenlace folletinesco de los principales protagonistas de esta segunda serie de los Episodios: el liberal Salvador Monsalud y el carlista Carlos Navarro, alias ‘Garrote’, y su mujer, Jenara Baraona; además de «la señorita Soledad» (“Sola” o “Solita”), hija de Gil de la Cuadra; y Benigno Cordero; y el telón final del toque melodramático que aporta Fermina Monsalud, madre de Salvador, al desvelar su secreto. 

Galdós dio por concluidos aquí los Episodios Nacionales, pero más tarde, a partir de 1898 retomaría la tarea en una tercera serie.