Una selección que abarca más de 30 años de trayectoria, desde los primeros años noventa hasta la actualidad. A través de expresiones más abstractas y conceptuales en las obras de los primeros años, y sirviéndose de representaciones más figurativas y sensuales a medida que avanzan los años, el conjunto explora desde distintas perspectivas la profunda reflexión sobre la condición humana que atraviesa toda la producción del artista.
Muchas de sus figuras son cabezas, considera Plensa que la cabeza es el palacio del cuerpo. con ojos cerrados que hacen un camino hacia el interior, un interior que escondemos y que nos cuesta comunicar con los demás.
Así define el director general de Fundación Telefónica, Luis Prendes, la obra de Plensa: “Jaume ha sabido crear un puente entre lo que sentimos y no sabemos expresar, entre lo que vemos y no podemos tocar. En cada escultura grande o pequeña sentimos tu generosidad, tu entrega sin reservas. Son espacios de deleite para el alma y de magia para el juego del silencio. Al contemplar tu escultura, entendemos que el arte no es algo que se pueda tocar, es algo que nos toca. Tus figuras son únicas, símbolos de un alfabeto de aquí y de allá que nos habla en un idioma que no necesita ser traducido para ser sentido”.
Jaume Plensa, explicó que «esta exposición cubre 30 años de mi trabajo y es una obra en 15 fragmentos. Mi obra quiere que cada persona se refleje en ella y mire a su interior. El arte tiene que ser este catalizador que nos permita crear una seguridad en nosotros mismos y nos permita hablar de ideas, de vibraciones. Vivimos en un momento de ruido que muchas veces no nos permite esos momentos de silencio. El arte tiene que ofrecer un mensaje de esperanza y positividad, de volver a creer que el ser humano somos más que esta violencia actual«.
Escultor humanista, se debería permitir acariciar sus esculturas.
El documental ¿Puedes oírme? (2020) de Pedro Ballesteros sobre su proceso creativo, su personalidad y su filosofía de trabajo, completa la exposición.